quarta-feira, 6 de fevereiro de 2013

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cómo es que sabiendo de la luz del día



cómo es que sabiendo de la luz del día
algo puso a su costado y aún
temió más que a la noche

se tenían los precisos pasos
la intriga de su azar dorado
la memoria de su canción antigua
y mal cantada

a qué temió saber
el alma que albergaba su penumbra

no hay más vino después

un alma hambrienta
escucha el silbo de unos vientos de sur

será que sólo reina en esta parte
una medianía feroz
que a todo ciega

será que es destino algunos ciegos
que en su balbuceo confuso
intenten nombrar alguna luz

unos vientos
sobre la llanura que se expande

Carlos Alberto Roldán

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