quinta-feira, 6 de dezembro de 2012

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el último tren de la noche


el último tren de la noche
ése que lleva a los confines de esta tierra que se dispersa en vano
el tren último y amado de los noctámbulos
el de quienes aún están corriendo para no perderlo porque mañana
-como sabemos- mañana es el día de las cosas principales
(un día /llegar a ella /encontrarse a los viejos o los hijos
/salir fugado porque la tierra es una trampa
dilapidada y feroz)
el de quienes suben sabiendo que no tienen donde ir
y que por lo tanto no tienen donde llegar
el de los que tenían que hacer algo por fin y de una vez por todas
algo como poder fundarse fundirse
como poder decir éste /el coso éste /que ha hecho tal cosa
(o que alguien lo diga)
cuando es ley que ni eso siquiera
cuando morir se vuelve decoroso
como el bajar los ojos las señoritas de antaño

el último tren he dicho
el que nos hermanaba a todos como un secreto de los que llegan a tiempo
y se repantigan en su asiento sin otro pasajero
pero que también anhelan
poniendo los ojos al reflejo feroz que nada muestra
buscan
allá a lo lejos –la noche negra con otro tren a cuestas-
su propia explicación a la distancia

el tren de una última pradera
como intentando despertar a alguien.

Carlos Alberto Roldán

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